Devocional Monte de Dios, por
la Pastora Montserrat Bogaert
Y al sembrar, una parte de la
semilla cayó en el camino, y llegaron las aves y se la comieron. Mateo 13: 4.
Los principios bíblicos
debemos atesorarlos y cuidarlos, para no salirnos de la bendición. Por esto
debemos estar alertas y velar dónde está cayendo la palabra que oímos; porque
si no da fruto, es que no cae en el terreno apropiado.
La palabra de Dios es una fuente de crecimiento espiritual, por lo cual no podemos descuidarla. Debemos asegurarnos de que realmente ha sido sembrada en nuestro corazón; porque de lo contrario nuestra vida seguirá igual.
La palabra de Dios es una fuente de crecimiento espiritual, por lo cual no podemos descuidarla. Debemos asegurarnos de que realmente ha sido sembrada en nuestro corazón; porque de lo contrario nuestra vida seguirá igual.
Por eso vemos tantas personas
que se van de la iglesia; otras continúan haciendo lo mismo, dejándose llevar
por sus deseos y ambiciones. Y nos preguntamos ¿dónde estaban cuando se
predicaba la palabra de Dios? Estaban sentados, oyendo, pero no escuchando.
Su mente era un torbellino, el
cual no permitía que la palabra penetrara, y al final vemos los resultados: una
vida improductiva.
Así que no nos demoremos más y
analicemos nuestra vida espiritual. Si estamos en lo mismo, sin cambios, es
porque la semilla no está cayendo en el lugar apropiado. Por eso hagamos los
ajustes necesarios, para que caiga en el lugar donde sí va a germinar, porque
los beneficiados seremos nosotros.
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Bendiciones