Devocional Monte de Dios por Pastora Montserrat Bogaert
Porque el querer el bien está
en mí, pero no el hacerlo. Romanos 7: 18
Una de las batallas más
fuertes que tenemos que enfrentar todos los días es con nuestra propia
naturaleza. Esta no quiere hacer lo que conlleve sacrificio y esfuerzo,
inclinándose solamente por aquellas cosas que le resultan fáciles y agradables.
Nuestra carne es débil para
hacer la voluntad de Dios, pero es fuerte para pecar. Vemos cuánto trabajo nos
da someternos a la voluntad de Dios, ser obedientes y caminar en la verdad. Nos
resulta difícil y a veces imposible de cumplir, a sabiendas de que esto es lo
que nos conviene, pero podemos hacerlo.
Por eso debemos esforzarnos
para ganar esta batalla, porque resulta penoso que habiendo aceptado a Cristo
seamos dominados por aquella. Hacemos inútil el sacrificio de la cruz cada vez
que caemos. Pidamos al Espíritu Santo la revelación del misterio de la cruz,
para que nos muestre el inmenso amor del Padre y la misericordia del Hijo. Él
se entregó para que fuésemos libres y no estuviésemos bajo yugo alguno.
Cuando entendamos esto nos
fortaleceremos para resistir y hacerle la oposición a nuestra carne. Porque
ésta no es más fuerte que nuestro Espíritu. Entonces, no haremos lo que
deseamos, sino lo que Él ordene.
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Bendiciones