Estudios del sector revelan que "las marcas a menudo desechan más del 30% de las etiquetas impresas debido a obsolescencia o cambios en la legislación", una pérdida que se reduce drásticamente con la tecnología bajo demanda.
Esta transformación se alinea con la exigencia global, como el eco-etiquetado regulado en Europa, para promover productos que minimicen el impacto ambiental y usen los recursos de manera eficiente.
La tecnología digital es vista como la solución para enfrentar retos críticos de la producción responsable. Fernando Vizcaíno, ejecutivo comercial para el sector gráfico de Ricoh, señaló que "El enfoque sostenible aborda retos críticos, como la necesidad de materiales y adhesivos reciclables o de origen renovable que no comprometan las corrientes de reciclaje del envase principal.
Asimismo, la eficiencia del proceso es crucial, buscando reducir el consumo energético y la generación de residuos. La tecnología de impresión digital emerge como un facilitador esencial de esta transición".
En un mercado tan dinámico como el dominicano, con fuerte dependencia del consumo y la exportación, el etiquetado sostenible es ya un diferenciador competitivo fundamental. Esto impulsa a los Proveedores de Servicios de Impresión (PSP) a invertir en equipos de alta resolución con la flexibilidad necesaria para trabajar con nuevos sustratos.
"Las marcas dominicanas requieren etiquetas que respalden sus propias metas de sostenibilidad", lo que obliga a las empresas a adoptar procesos que reafirmen el compromiso con la cadena de valor circular y la reducción de residuos plásticos.
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