Devocional diario pastora Montserrat Bogaert de la iglesia Monte de Dios
Así será mi palabra que sale
de mi boca: no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero y será prosperada
en aquello para lo cual la envié. Isaías 55: 11
La Palabra de Dios tiene un
poder tan grande que no podemos permitir que sigamos sin conocerla. Por eso, es
necesario que apartemos un tiempo todos los días para el estudio de la misma.
Muchas veces no sabemos hacer frente a las situaciones que se nos presentan por
desconocer el poder que ella tiene. “Es como martillo que despedaza la roca”,
dice el Señor. Por eso, Jesús venció al enemigo con la Palabra, demostrando el
conocimiento que tenía de la misma.
Pero sobretodo, no podemos
leerla como una historia más, sino pidiéndole que nos dé revelación para el
entendimiento de la misma, y que nuestros ojos espirituales sean abiertos, para
conocer los misterios que aún no han sido revelados y están escondidos.
Requiere solamente
disponernos y hacer un hábito, para que podamos leerla sin interrupciones.
Deleitémonos, a la vez que empezamos a descubrir el poder que tiene sobre todas
las cosas, y cuan efectiva es, cuando lo hacemos con la convicción de que se trata
de la palabra de Dios, para ser usada en todo lo que necesitemos.
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Bendiciones